Desde épocas ancestrales… o
bueno, tal vez no tanto, la bicicleta ha sido uno de los objetos con
más usos en la historia; Y es que puede ser un medio de transporte,
un vehículo deportivo, una pieza de arte, un artículo de identidad,
pero sobre todo: una forma de vida.
Muchas son las historias que se
pueden contar acerca de esta tendencia, sin embargo Jesús El Moreno
escogió tres de las más interesantes de aquellos quienes,
literalmente, viven la vida en dos ruedas.
HEINZ StÜCKE
Su motor es querer verlo todo, para
él no hay imposibles; Con 73 años a cuestas, Heinz Stücke se ha
hecho viejo en las carreteras, es la descripción literal de un
trotamundos, basta mencionar que cierto día, en su ciudad natal,
Hövelhof, Alemania, decidió comenzar a pedalear y no volver a casa
jamás… hasta el momento lo ha cumplido.
Stücke, quien inició su travesía
en 1962, ha recorrido cerca d 600 mil kilómetros, ha visitado más
de 257 países, 78 territorios y ha tomado más de 100 mil
fotografías.
Obviamente en una travesía de este
tipo, todo puede pasar; Según relata en su página web, algunos de
los contratiempos que ha sufrido está el haber sido arrollado por un
camión en Atacama, fue perseguido por una muchedumbre en Haití,
golpeado por militares en Egipto, robado en Estados Unidos e
Inglaterra, picado por abejas en Mozambique, y recibió un disparo en
un pie por rebeldes en Zimbabwe.
BICICLOWN
Su nombre real es Álvaro Neil, y
dejó su trabajo en una notaría de Madrid para pedalear por el
mundo; Tal y como su “nombre” artístico lo indica, es un
prácticamente de las artes del clown en su más puro estilo
callejero.
El “payaso” ibérico, como él
mismo se define, ha recorrido más de 120 mil kilómetros, ha cruzado
67 países, entre ellos México, para promover su programa: “Millas
de sonrisas alrededor del mundo”, que consiste en llevar
espectáculos gratuitos de e clown y magia en centros que acogen a
personas sumamente necesitada.
Las excentricidades no cesan, Neil
bautizó a su bicicleta como “Karma”, en Bután; Hoy por hoy la
considera su casa.
MARCELO ÁLVAREZ; EL CICLISTA
CINÉFILO
Una vez que escuchó las proezas de
aquellos que le daban la vuelta al mundo, él, Marcelo Álvarez,
gestionó su propio plan mezclando sus dos grandes pasiones, el
ciclismo y el cine.
Si bien la documentación durante el
viaje pareciera obligatoria Marcelo decidió realizar un documental
completo de su viaje.
Aunque su ruta
lleva poco de haber iniciado, en estos momentos se encuentra
cubriendo la ruta de 35 mil kilómetros que lo llevarán desde su
natal Argentina hasta Alaska; El recorrido contempla cruzar México
de punta a punta.
Por Luis Arturo Hernández
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